Liberado a la edad de 89 años, después de 7 años de cautiverio en un grupo terrorista cercano a Al-Qaeda, el Dr. Ken Elliott compartió su historia por primera vez. Misionero cristiano, que vive con su esposa desde hace 40 años en Burkina Faso, el médico australiano habla de hambre, frío, aburrimiento, calor, enfermedades, pero sobre todo... Su fe inquebrantable en Dios.
"Nunca. No. Siempre estuvo conmigo".
No hay duda: sí, en medio de esta larga y dolorosa prueba, el Dr. Ken Follet supo que Dios estaba allí, con él. Y, sin embargo, no se salvó: múltiples picaduras de escorpión, escorbuto, tormenta de arena, malestar... Sin embargo, el médico nunca dudó del Señor.
También le es imposible renunciar o pretender renunciar a su fe. Dice que sus carceleros intentaron varias veces convertirlo al Islam durante su cautiverio. Todos estos intentos fueron infructuosos:
"El Señor ha sido tan bueno conmigo. Era imposible deshonrarlo convirtiéndose al Islam. O incluso fingir que lo hace".
Ken y Jocelyn vivían en Djibo desde 1972 y estaban a cargo de un hospital de renombre en toda la región. Operaban incansablemente y cuidaban de todo aquel que se acercaba a ellos, independientemente de su religión, todos eran bienvenidos.
La noticia de su captura en enero de 2016 provocó una ola de indignación en la región de Djibo, donde su presencia fue muy apreciada.
Liberada unos meses después de su captura, Jocelyn esperó el regreso de su esposo durante siete años y cuatro meses. Si bien deseaba ardientemente su regreso, ella y toda su familia optaron por no hablar sobre el destino del octogenario australiano en los medios.
Cuando fue liberado en mayo de 2023, la familia pidió la misma discreción. Es solo la tenacidad de un equipo de televisión lo que los empuja a contar, por primera vez, su historia.
Conmovido por su historia, Jonathan Holmes, de Foreign Correspondent, viaja a Burkina Faso. Sigue los pasos de estos misioneros australianos que habían decidido, nada más casarse, ponerse al servicio de los más pobres.
Va a Djibo y se encuentra con los antiguos pacientes de la pareja. Descubrió la singularidad de su proyecto: sin recaudación de fondos ni donantes generosos... No, todo funciona en la oración. Los Elliott le piden al Señor que provea para ellos.
Nos hablan de su sistema:
"Fue increíble ver cómo conseguimos lo que necesitábamos cuando lo necesitábamos".
Una confianza infinita en el Señor y una convicción: la fuerza de la oración.
"Creemos que la única razón por la que nos liberaron es porque había cientos, si no miles, de personas rezando por ello. Y creemos en la oración".
*Burkina Faso es un país sin litoral de África Occidental que limita al noroeste con Malí, al este con Níger, al sureste con Benín y al sur con Costa de Marfil, Ghana y Togo.
Fuente: Herveline Urcún. InfoChretienne