DECLARACIÓN

de la Asociación Bautista Argentina reunida en forma virtual en su III Congreso Internacional de Iglesias, Pastores y Líderes los días 23 y 25 de agosto de 2024 en la República Argentina:

EXPRESAMOS nuestro agradecimiento a Dios por la posibilidad de reunirnos con hermanos de nuestro país y del exterior, bajo el lema Seguidores de Jesús y no consumidores de religión, a fin de escuchar la Palabra de Dios y reflexionar sobre este tema que hace a nuestro accionar diario en un mundo secularizado que exige de cada uno de nosotros, una reafirmación doctrinal ética e institucional de nuestra fe, principios y valores inconmovibles.

SOMOS CONSCIENTES que en un mundo cada vez más globalizado y diverso, la búsqueda de significado y conexión espiritual ha llevado a muchas personas a explorar diferentes tradiciones religiosas. Sin embargo, en medio de esta búsqueda, es esencial recordar la distinción crucial entre ser seguidores de Jesús y simplemente consumidores de religión.

RECONOCEMOS que, en la búsqueda de respuestas espirituales, es fácil caer en la trampa de convertirse en consumidores de religión. Esto se manifiesta cuando las personas se limitan a seguir rituales y prácticas sin comprender el significado subyacente. La religión se convierte entonces en un conjunto de reglas a seguir en lugar de una guía para vivir de manera significativa. Jesús abordó este peligro cuando criticó a los líderes religiosos de su tiempo por enfocarse en la observancia externa sin cultivar un corazón compasivo. Él llamó a sus seguidores a amar al prójimo, a perdonar y a buscar la justicia, en lugar de simplemente cumplir con formalidades religiosas.

DEBEMOS entender que seguir a Jesús va más allá de adherirse a un conjunto de rituales y dogmas. Implica adoptar sus enseñanzas sobre el amor incondicional, la compasión y la justicia social. Ser seguidor de Jesús implica llevar a cabo estos principios en la vida diaria, buscando emular su ejemplo y construir un mundo basado en la paz y la benevolencia.

ACEPTAMOS que es crucial involucrarse en una comunidad de creyentes que busquen comprender y aplicar las enseñanzas de Jesús de manera colectiva. La comunidad proporciona apoyo, rendición de cuentas y oportunidades para crecer espiritualmente. La reflexión personal y la conexión directa con las enseñanzas de Jesús a través de la lectura de textos sagrados y la oración son esenciales. La espiritualidad no debe limitarse a eventos congregacionales; debe ser un viaje personal y continuo hacia una comprensión más profunda de las verdades espirituales.

ALENTAMOS a Iglesias, pastores y líderes a que, en lugar de ser meros consumidores de rituales religiosos, nos esforcemos por encarnar los principios de amor, compasión y justicia que Jesús enseñó. Solo entonces podremos encontrar un significado más profundo en nuestra fe y contribuir a la construcción de un mundo más compasivo y justo.