• Recursos
  • > Novedades

Últimas novedades / artículos / noticias

ESTUDIO BÍBLICO 7 - SERIE ESCOGIDOS: DANIEL

AUTORIDAD, DOMINIO Y POTESTAD

Por Alejandra Lovecchio de Montamat
lovecchioalejandra@gmail.com

Con los capítulos 10 al 12 hemos llegado al clímax de la profecía de este libro. Como sucede en raras ocasiones a lo largo de la Biblia, un velo se corre o una puerta se abre para que el testigo pueda ver aquello que es invisible al ojo humano, pero real (2 Re 6:16-17, Mt 17:1-3, Ap.4:1).
Daniel recibe revelación acerca de un “gran conflicto” y de los personajes involucrados en una serie de sucesos que deberán acontecer en el tiempo hasta la llegada del reino prometido (Dn 10:14); pero se le encarga registrar los datos y sellarlos porque sucederían en un tiempo futuro, luego de su muerte (Dn 12:4). Los profetas del Antiguo Testamento debieron proclamar el mensaje en medio del pueblo, Daniel en cambio, debió registrar por escrito tanto las visiones como su interpretación para que fueran comprendidas por su pueblo en el tiempo en que estén sucediendo.

Momento histórico de la visión Daniel 10:1-3
Ciro el Grande llevaba 3 años en el poder y el anciano Daniel posiblemente ya se había retirado de sus actividades administrativas. Una parte del pueblo de Israel había retornado a Jerusalén gracias a un edicto imperial (Es 1:1-4) y se encontraba edificando el templo (Es 3:8-13). Daniel había estado orando y ayunando en aflicción por espacio de tres semanas. No se nos relata el motivo, pero podemos imaginar que la preocupación tenía que ver con los tiempos angustiosos que vivía el pueblo en la tierra prometida que estaba ocupada por poblaciones hostiles a Israel (Es 4:4-24).

La visión de Jesucristo Daniel 10:4-9
Estando en las riberas del Tigris, Daniel vio a alguien con características humanas, pero con cualidades que sobrepasaban la de una persona normal: su vestimenta, el esplendor de su figura, la apariencia de su cara brillante y llena de luz, su mirada, sus brazos y piernas y la potencia de sus palabras que al pronunciarse provocaron el desmayo del profeta. Si recurrimos a otras porciones de la Biblia por ayuda, hallaremos una figura similar en Ez 1:26-28 y en Ap. 1:12-18; en ambos casos hay coincidencia entre los intérpretes que corresponde a la imagen del Señor glorificado y, tanto Ezequiel como Juan, reaccionan profundamente impresionados e intimidados al verla.
Daniel ha recibido, por medio del sueño de Nabucodonosor y luego de las otras visiones, un conocimiento progresivo del Mesías: en el cap. 2 el Señor es una piedra no cortada con mano que se transforma en una montaña universal; en el cap.7 es el Hijo de hombre (un ser humano) a quién se le da dominio y potestad, en el cap.8 es el Príncipe de los príncipes contra el cual lucha el cuerno pequeño, en el cap.9 es quién será cortado sin obtener nada, pero ahora la visión del cap. 10 presenta al Señor en gloria, al divino hijo eterno que vieron los discípulos en la transfiguración (Jn 1:14, 2 Pe 1:16-18). Jesús es visto como Dios hombre glorificado y en su carácter de juez (el pectoral que se colocaba el sacerdote para juzgar contenía entre otras piedras el berilio). Esta visión corresponde al Pantocrátor (Todopoderoso) que vio también el anciano Juan y que describió al inicio de Apocalipsis y en 19:11-16 descendiendo del cielo con poder y gran gloria (Mt 25:31 y 26:64) para destruir a sus enemigos con el poder su boca (ver 2 Tes 2:8).
Daniel llega a desmayarse ante tal visión, algo similar experimentó Ezequiel (contemporáneo de Daniel) y también Juan varios siglos después en la isla de Patmos (ver Ap 1:12-18).
Daniel no pudo más de empalidecer y caer al suelo sin fuerzas quedando inconsciente, algo que no le había sucedido ante la presencia de otros mensajeros que ya le habían interpretado las anteriores visiones.
Este pasaje nos ayuda a considerar lo que sentirá la persona en su estado pecaminoso frente a la majestad suprema y santa del Señor. Por ello la obra eficaz de Jesús permite que todo pecador arrepentido acuda a su persona para ser resguardado del poder destructor del juicio de un Dios tres veces santo (Is 6: 1-6).

Los ángeles en Daniel 10:10-14
Ninguno de los que estaban con Daniel se quedó allí (Dn 1:7) y el anciano profeta cayó en un profundo sueño. Pero una mano lo reconforta, lo ayuda a ponerse de pie y le da a entender el mensaje relacionado con lo que acontecerá con su pueblo al final de los tiempos.
Este ángel mensajero agrega que fue enviado inmediatamente debido al amor de Dios por Daniel, y a través de una explicación minuciosa le revela no sólo que es Dios quien otorga poder y autoridad a los líderes del mundo según su soberano propósito (Dn 2:20-23), sino también que en muchos conflictos generados entre estos líderes participan fuerzas angélicas que obran de acuerdo con el designio divino.

¿Mito o realidad?
La Biblia menciona la existencia de seres angélicos tomando relación con los hombres en muchos momentos de la historia. Desde Génesis hasta Apocalipsis aparecen tanto aquellos que son enemigos de Dios, como aquellos obedientes que actúan de acuerdo con sus órdenes (Gn 19:1, Jos. 5:13-14).
Jesús habla de ellos (Mr 12:25, Mt 26:53) y los escritores del Nuevo Testamento también (Lc 1:11-13, 2:10- 14, Mr 1:13, Mt 4:11,28:4, He 1:14). Argumentar que el concepto de ángeles es tomado de culturas antiguas o que sólo el estilo apocalíptico los menciona equivale a decir que la Biblia comunica mitos como eventos históricos o que Jesús y sus discípulos eran farsantes o al menos supersticiosos.
En los manuscritos bíblicos a los ángeles se los denomina mensajeros, hijos de Dios, príncipes y principales o arcángeles. Ellos pueden tomar forma humana y, al dar un mensaje a las personas, lo hacen en su propio idioma. Pero también la Biblia menciona a seres que presentan formas no humanas y que se encuentran al servicio de Dios delante de su presencia, a estos los denomina serafines y querubines o guardianes.
Muchas veces los ángeles fueron encomendados a una tarea, mayormente se encargaron de dar un mensaje divino. Pero también se los menciona en relación con los actos de juicio del Señor (Gn 18 y 19, Mt 25:31, Ap 19:14). Algunos de ellos tienen nombre propio como ser Gabriel o Miguel. También la Biblia menciona por nombre a dos ángeles rebeldes que mantienen un enfrentamiento permanente contra el reino de Dios, éstos son Lucifer y Apolión o Abadón; ambos, junto con sus legiones, serán confinados luego de un enfrentamiento final y determinante (Ap 20:19).

El anciano profeta reconfortado Daniel 10:15-18
Lo que aparecía en las visiones anteriores como un juego táctico y estratégico de guerra puramente humano, se describe en Daniel como una confrontación que incluye seres del mundo espiritual.
Aunque todos los protagonistas tomarán decisiones o acatarán órdenes de sus superiores, el final del conflicto está determinado, es decreto divino: quién se oponga a Dios y su reino será juzgado y condenado. Los ángeles lo saben y bien haremos los creyentes en aceptar esta verdad bíblica: la victoria y el juicio pertenecen a Dios y el crédito de nuestro porvenir es mérito absolutamente suyo. Jesucristo lo demostrará en su regreso al mundo.
Hasta Darío el meda, que mostró compasión y generosidad por el pueblo de Israel, fue consolado y protegido por un ángel del Señor (Dn 11:1).

Toda autoridad es puesta por Dios
Ciertamente Satanás obra por medio de sus huestes en las mentes de reyes y líderes rebeldes y soberbios que a lo largo de la historia se han opuesto abiertamente al pueblo escogido y al Dios de la Biblia. Hoy esa lucha continúa, no solamente en el campo de la política, especialmente en la educación y la cultura. Por eso leemos en Efesios 6:10-18 que es importante estar alertas y preparados con las armas espirituales para discernir y contrarrestar los proyectiles que más daño hacen a la mente de las personas: los que ponen en duda la verdad y el poder de su Palabra.
Dios sigue enviando a sus ángeles para proteger y bendecir a los suyos (Sa: 34:7) y a aquellos líderes en eminencia sensibles a su voluntad y que han mostrado temor por su nombre. Daniel fue testigo de esa protección y bendición sobre Nabucodonosor y Ciro. Dios nos permita interceder en oración por quienes nos gobiernan, para que puedan temer por sus decisiones a Quién un día les pedirá cuentas por la autoridad que les fue delegada y el uso que hicieron de ella.