Quien siembra vientos, cosecha tempestades
Lo más grandioso del evangelio es que no hay pecado que Cristo no haya clavado en su cruz. Creo que si
se pudiera expresar esta idea a los incrédulos ellos no dudarían en entregar sus vidas al salvador
sabiendo con toda seguridad que sus pecados son completamente perdonados.
Del mismo modo, no tendríamos problemas en decirles a las personas sin fe en Dios que marcharán tras
la muerte al infierno si pudiéramos decirles con el mismo énfasis que no importa qué hayan hecho en
sus vidas, toda mala obra puede ser perdonada en la gracia y méritos de Jesucristo. (Pablo decía que él
era el peor de los pecadores 1 Ti 1:15).
Pero hay otro aspecto del evangelio que nos interesa de manera especial en esta lección: ¿Cómo
experimenta el perdón de sus malas acciones aquel que desde su niñez ha recibido luz de Dios para
conocer su voluntad, ha entregado su vida al Señor y sin embargo tiene que reconocer que ante la
tentación ha perdido la batalla, o que han transcurrido muchos años, ha desarrollado su vida en la fe, pero
no ha sido fiel en muchos aspectos de su vida, por ejemplo, como padre de familia?
La vida de David es un buen ejemplo, porque la Biblia se encarga de contarnos tanto sus hazañas, los
momentos espirituales más ricos de su experiencia, como los más hondos momentos de crisis. En la clase
anterior vimos cómo David se humilló ante Dios reconociendo cuán terrible había sido su maldad, cómo
entendió que no hay obra humana que podamos hacer para borrar nuestra naturaleza pecadora ni para
contrarrestar las consecuencias de nuestros malos pensamientos, actitudes y acciones. Sólo Dios en su
misericordia y gracia infinitas vuelve a restaurar a David, para seguir usándolo como su instrumento.
Al finalizar el Salmo 51, el rey solicita a Dios que haga el bien a Sion, porque entendió que él había hecho
un severo daño al país ya que, como rey, debía haber estado al cuidado del pueblo y sido ejemplo de
temor al Señor.
Hoy veremos que a pesar de que Dios perdonó completamente el pecado de David (contra Dios, Betsabé
y Urías), el reino de David ingresó en un declive permanente. La profecía de Natán se cumplió totalmente
(2 S 12:11-12).
2 Samuel 13:1-39
Este capítulo es uno de los más oscuros que hallamos en la Biblia, David fue padre de muchos hijos, pero
de distintas mujeres. Esta fue una decisión tomada desde su juventud ya que antes de acceder al trono ya
tenía más de una esposa. En su etapa inicial como rey (7 años en Hebrón) llegó a tener 6 hijos con 6
esposas distintas (2 S 3:2-5). ¿Es el primer creyente que piensa que en determinado aspecto de su vida
Dios no va a requerirle cuentas? ¿Es tu vida una muestra de fidelidad en el matrimonio, en las finanzas,
en la excelencia laboral, en el testimonio personal, etc.?
La prole de David
Nunca se vuelve a hablar del segundo hijo de David (Quileab también llamado Daniel, a quien tuvo con
Abigail), pero sabemos qué sucedió con Amnón, Absalón y Adonías. Dos fueron asesinados por un medio
hermano y otro terminó muerto por haber llevado adelante un golpe de Estado contra su propio padre.
El primogénito de David tuvo pasiones similares a las de su padre: veía una mujer y enseguida se
despertaba su lujuria. Las medio hermanas estaban incluías, así que con engaño violó a Tamar de la misma
madre de Absalón. El drama no culmina en la violación sino en cómo la utilizará Absalón para deshacerse
del hijo mayor de David con la intención de acceder él al trono (2 S 13:20-22). Pasarán 2 años sin que
David tomara alguna medida como padre y como rey; seguramente su autoridad como padre estaba
deteriorada, entonces Absalón encontró la ocasión de tomar venganza (2 S 13:28-29).
Poligamia e idolatría
David no sólo tuvo muchas esposas por satisfacción, sino que se casó con algunas para sellar pactos con
reyes solidarios y Absalón fue producto de este tipo de acuerdos (13:37-39). Aunque David logró
consolidar el territorio de Canaán, muchos acuerdos fueron hechos por medio de estrategias humanas,
más adelante Salomón llevará esta estrategia al extremo de tal manera que instauró el paganismo en
Israel porque permitió que sus esposas paganas introdujeran sus propios ídolos entre el pueblo.
La conspiración por la sucesión 2 Samuel 14-15
Otra consecuencia del pecado de David con Betsabé fue el hecho de que Joab, jefe del ejército, estuviera
siempre controlando la tensión que se gestaba en el entorno del rey. David estaba envejeciendo y pronto
habría de nombrar a su sucesor, aunque tenía influencia sobre él, pronto debería acceder a la confianza
del sucesor, es así como trata de convencer a David que lo mejor era hacer volver a Absalón hasta
Jerusalén. Lo logra, pero a medias ya que David no lo quiere tener en su presencia. Joab pierde tanto con
David como con Absalón, y éste inicia su camino hacia el poder utilizando estrategias que a los argentinos
nos resultan muy familiares: recurre al populismo entre sus futuros súbditos 2 S 14:25-26, 15:1-12.
La conspiración tomó fuerza y finalmente quebró la fortaleza de David. Lo que quiero que consideremos
ahora es cómo toma las circunstancias el rey ¿Está Dios presente en estos momentos, sigue siendo su
soberanía la que guía los acontecimientos? Leer 15:13-37
Amigos y enemigos
David tuvo un mejor amigo que fue Jonatán, hijo de Saúl. Pero a lo largo de su vida tuvo muchos soldados
fieles dispuestos a dar sus vidas por él, uno de ellos fue además su amigo: Husai. En ese momento su
lealtad fue utilizada por el Señor para desbaratar los planes de destitución. David no dejó de tomar
decisiones frente a la sublevación de su hijo Absalón, sin embargo, entendió que sufría muchos pesares
como consecuencia de sus anteriores decisiones (todo lo que el hombre sembrare…), sólo Dios dispondría
cuál sería el final de aquella intriga (ver 2 S 16:7-12).
David también llegó a tener enemigos a causa de sus malas decisiones: uno de sus consejeros decide
traicionarlo poniéndose a las órdenes de Absalón a quién le recomienda dos acciones: la primera fue
tomar a todas las concubinas de David a la vista del pueblo, una señal de que no había marcha atrás con
el plan de tomar el trono. La segunda fue perseguir con 12.000 soldados a los 600 leales de David, caerles
de inmediato y matar al rey antes de que los ánimos cambiaran. Este hombre se llamaba Ahitofel y era el
abuelo de Betsabé, posiblemente su actitud tuvo como base las acciones pasadas de David con su nieta.
Guerra civil
Cuenta la Biblia que Husai se introdujo en el entorno de Absalón enviado por David y juegó un papel
fundamental contrarrestando los consejos de Ahitofel, de tal manera que David ganó tiempo para reunir
un nuevo ejército leal proveniente de todo Israel. Lamentablemente se llevó a cabo un enfrentamiento
armado entre las tropas, otra consecuencia de las malas acciones de David fue la guerra civil (2 S 18:6-8),
y aunque David pidió que le perdonaran la vida a Absalón, Joab desoyó la orden y lo mató.
El heredero
David ya no tenía las fuerzas de su juventud, aunque quiso liderar aquella reconquista, sus consejeros le
recomendaron quedarse en palacio. Como líder y rey sabía que Absalón había quedado expuesto como
traidor y que su relación con él se había deteriorado severamente. Aunque Absalón tenía hijos varones,
la crónica cuenta que los había perdido. Cuando David se entera de la ejecución de Absalón, lo llora de
una forma desgarradora; según algunos comentaristas David había llegado a considerar que Absalón debía
ser su sucesor, será más adelante cuando tome la decisión de nombrar a Salomón quién era muy joven,
pero era el elegido del Señor para sucederlo.
Ciertamente nuestra salvación no depende de ninguna buena obra que podamos hacer, por ello resulta
más admirable que nuestra salvación no se pierda debido a tantas malas acciones que ciertamente hemos
y/o vayamos a cometer.