Llegamos al estudio final.
En este se describen dos funerales: el de Jacob y el de José.
La Biblia inicia describiendo la creación del universo, de la vida biológica en la tierra y de la primera pareja humana. Hay un hilo conductor a lo largo del Génesis que se inicia en 2:17 y que se cumple a lo largo de todo el libro.
¿Por qué la muerte ha sido "el drama" de la humanidad desde siempre? ¿Cuántas formas de muerte detalla la Biblia? ¿Cuál es la diferencia entre muerte física y aniquilación? ¿Cuál fue la esperanza de los patriarcas? ¿Cuál es la esperanza cristiana?
Dios bendiga el estudio de su Palabra y arraigue en nosotros la esperanza de gloria. Col 1:27
LA MUERTE EN LA BIBLIA
Génesis 49:28-33
Jacob ya ha declarado en forma profética, guiado por Dios, el futuro de las 12 tribus de Israel.
Ahora se dispone a ser reunido con sus antepasados, sus años de peregrinaje han terminado.
El libro de Génesis culmina con el funeral de Jacob en Canaán y la muerte y sepultura de José en Egipto.
Si recordamos la primera advertencia de Dios dada a Adán en Gn 2:17, debemos reconocer la conexión entre el principio del pecado en el mundo y la muerte.
Pablo escribe en Romanos 5:12 que cuando la muerte entró a causa del pecado de un hombre, pasó a ser una realidad dura para toda la humanidad, ya que todas las personas nacemos con una natural inclinación a pecar. En términos bíblicos significa desear y hacer aquello que Dios prohíbe, aunque carezcamos de la sensibilidad para darnos cuenta debido a nuestra falta de vida espiritual.
Dice Efesios que nacemos “muertos” en nuestros delitos y pecados, lo que significa que, aunque tengamos vida biológica, no tenemos capacidad de captar aquello que el ser humano perdió en Edén al separar su espíritu del Espíritu de Dios. Ya veremos que el término muerte está asociado a separación o pérdida de la persona, pero no a la aniquilación de su
existencia.
El final del libro de Génesis nos recuerda esta verdad, pero abre el camino a la esperanza de que Dios proveerá el recurso para darnos nueva vida en Él.
Funeral y entierro de Jacob 50:1-14
Como el principal miembro de la familia, le tocó a José cerrar los ojos de su padre y despedirlo con un beso.
Si bien el embalsamamiento era una práctica egipcia muy ligada a sus ideas religiosas, José solicitó que se le practicara a su padre con el propósito de preparar el cuerpo para una viaje largo y caluroso.
No recurrió a los sacerdotes que habitualmente la realizaban, sino a sus propios médicos que tardaron el mismo tiempo hasta completarla. El período de duelo en Egipto llegó a 70 días (sólo 2 menos que el dedicado a un faraón) lo que demuestra el respeto de esa sociedad hacia el patriarca.
Debido al duelo se prohibía presentarse ante el monarca en condiciones de luto, por ello José prudentemente le hace llegar su petición a faraón por medio de los voceros reales y es sorprendente la inmediata respuesta y la compañía que faraón ordena desplegar para la ceremonia.
Será la única vez en 39 años que José sale de Egipto para pisar Canaán nuevamente. Aunque en su petición había explicado que retornaría luego del entierro, algunos eruditos consideran que semejante compañía egipcia (que incluía gobernadores y militares) tenía el propósito escondido de asegurar el retorno de José. No ya para administrar la escasez sino como un aliado del faraón de origen semita.
Una vez en Canaán, todo el séquito demostró su duelo con lamentos y ayunos, abstención de abluciones, vestimentas muy austeras y cabezas cubiertas de cenizas; esto explica la admiración que provocaron a los cananeos que denominaron aquel lugar "lamento de los egipcios".
Cuando Dios estableció sus leyes al pueblo de Israel acotó todos estos períodos y demostraciones de luto a 7 días, con algunas excepciones llegaban hasta 30 días.
El entierro en Macpela era todo un símbolo de la futura posesión de Canaán para Israel. Abraham había comprado ese lote por precio a Efrón (heteo).
La providencia de Dios 50:15-21
Es posible que el haber regresado a Canaán les recordara a los hermanos de José sus malas acciones para con él porque tuvieron temor de alguna represalia ahora que su padre había fallecido. Quizá Jacob ciertamente había dado la orden de solicitar nuevamente a José el perdón por todo el mal que sus hermanos habían hecho, pero con la intención de refrescar en sus mentes los beneficios del verdadero arrepentimiento y confesión.
Cuando nuevamente se postraron ante él en señal de humildad, seguramente fueron conscientes del cumplimiento del sueño que su hermano había contado tantos años atrás; pero que ahora no les provocó el mismo sentimiento que entonces. Por el llanto que esta actitud produjo en José conocieron en mayor profundidad su carácter: no sólo los había perdonado totalmente, sino que renovó su compromiso de cuidarlos a ellos y a sus familias.
Vemos que el perdón también incluía y aseguraba la restauración y la protección continua. Esta es una ilustración de la gracia de Dios quien nos perdona aún sin que nosotros lo merezcamos y a pesar de nuestra ignorancia o rechazo. Esta es la razón y la base bíblica para que perdonemos a los demás (Mt 18:23-35).
La historia de José es una clara enseñanza de la providencia de Dios para sus elegidos, porque tornó los malos deseos y acciones de sus hermanos para lograr sus propósitos. Dios trajo el bien a pesar de la envidia de los hermanos, la falsa acusación de la esposa de Potifar, el olvido del copero y la hambruna en la tierra.
Sólo cuando nuestra fe puede descansar en la mano providencial de Dios, podemos decir junto con Pablo: "Todas las cosas que le suceden a los que aman a Dios ayudan al bien por medio de Aquel que manifiesta sus propósitos sobre ellos" (Ro 8:28).
Muchas situaciones en nuestra vida son el resultado de acciones tomadas quizá sin pensar sabiamente o sin recurrir al Señor; cuando estamos padeciendo los resultados, sólo podemos depender de Dios para que guíe nuestro derrotero. Pero también hay muchas circunstancias difíciles que no son resultado de una mala decisión, éstas especialmente son las situaciones en las que el Señor requiere que descansemos en Él. El secreto de la vida cristiana madura es que interpreta los acontecimientos que le toca vivir como eventos providenciales y no circunstanciales o fortuitos.
Una perla más en el carácter de José se demuestra en que realmente no se reservó el derecho de venganza. Jesús en su sermón del monte referirá el carácter del verdadero hijo de Dios quien no clama por venganza (Mt 5:38-48); también el apóstol Pablo escribió: "no seas vencido de lo malo..."Ro 12:19-21.
La muerte de José 50:22-26
José vivió en Egipto 93 años y los descendientes de Israel llegaron a morar allí un total de 430 años (Ex 12:40-41). Considerando las vidas de sus padres: Abraham 175, Isaac 180 y Jacob 147; José sólo vivió 110, pero llegó a conocer sus bisnietos y mostró un testimonio fiel hasta el último día de su vida.
La última profecía de Génesis está en boca de José: Dios sacaría a Israel de Egipto para llevarlo a la tierra prometida. Por la Biblia sabemos que se cumplió en tiempos de Moisés y Josué.
Al morir José no tenía dudas acerca de la promesa del Señor, una muestra completa de fe. La fe no consiste en ver cumplidas las promesas de Dios, sino en creerle a Dios antes de verlas cumplidas. He 11:39 y 1.
Creo que muchas acciones en la vida de José fueron claras manifestaciones de fe; también en los capítulos anteriores hemos visto cómo las circunstancias fueron cambiando para el bien de su familia. Es curioso que el libro de Hebreos recuerde sólo un acto de José como su mayor manifestación de fe y es lo que pronunció al
momento de morir (He 11:22). Fue embalsamado y colocado en un ataúd egipcio, pero allí era un extranjero.
Tiempo después Moisés tomó este ataúd y lo llevó consigo (Ex 13.19) hasta que finalmente Josué lo enterró en Canaán (Jos 24:32).
Conclusiones
El libro concluye con la promesa del regreso a la tierra prometida y la esperanza de la visitación de Dios a los hombres: Dios ciertamente los visitará, dijo José.
Comenzamos la lectura del Génesis diciendo: "En el principio Dios..." y concluimos con "un ataúd en Egipto".
Si nos basáramos en el episodio final del libro, el desarrollo de la vida humana sería una tragedia. Pero la muerte, enseña la Biblia, no es el fin de todo.
Aquellos que piensan en el suicidio como el acto final de la existencia deberían escuchar el mensaje del evangelio para descubrir que la muerte no es el fin de todo, sino el principio de una eternidad irreversible (He 9:27, Ap 20:12-13).
La expresión "fue reunido con sus padres" fue la frase patriarcal que anunciaba la esperanza de vida después de la muerte. Dirá Jesús que Dios no es un Dios de muertos sino de vivos ya que se alude al Él como el Dios de Abraham, Isaac y Jacob (Lc. 20:37-38), También enseñará que él es la resurrección y la vida (Jn 11:25-
26).
De todos mis recuerdos de infancia, tengo grabado en mi mente la partida de mi abuelo materno. Un hombre sereno y fiel al Señor; como Jacob, no luchaba por aferrarse a la vida, sino que recordaba a todos los que le visitaron en su lecho de muerte que su vida continuaría en la presencia del Señor. Mi madre y mi abuela
lloraron mucho esos días, pero el día de su velatorio ambas manifestaron una paz y una serenidad que demostraron a todos que la fe de mi abuelo y la de ellas era semejante a la de Jacob y José.
Este primer libro de la Biblia apenas deja entrever la semilla de una nueva humanidad. La caída del hombre trajo la maldición a toda la creación, pero apenas acabada su obra creadora, Dios comienza su obra de recreación. Para esto guarda un linaje especial del cual nacerá el redentor, Aquel cuya obra destruirá el poder de la muerte para traer nuevamente la vida eterna. 2ª Ti 1:10.
Para reflexión
1. ¿Cuál fue la primera advertencia que recibió Adán en la Biblia?
2. Lee Gn 2:17 ¿En qué medida relacionas este tema con el último capítulo del libro?
3. ¿Cómo describirías a Jacob al momento de su partida? ¿Crees que había cambiado su concepción de la muerte en el último tiempo? Explica tu respuesta
4. ¿Qué más aprendieron los hermanos de José acerca del perdón al regresar del entierro de Jacob?
5. Detalla algunos aspectos del carácter de José que hayas descubierto en los estudios y que quisieras aplicar a tu vida.
6. Imagina qué le dirías a alguien que te pidiera describir en pocas palabras lo que es la fe según la Biblia. Revisa He 11:22
7. ¿Qué dice la Biblia acerca de la muerte? ¿Cómo se contrasta esta enseñanza con todas las otras especulaciones humanas?