COMO DIOS LOS VE:
Hay que revisar las páginas de la Biblia. Los ve como personas de experiencia, como consejeros que pueden orientar a la generación que inicia la vida (Prv.19:20). Como personas de honra, que, en el hebreo original, tiferet, significa: bella, brillo, gloria, glorioso, hermosura, ornamento, e indica que este período no es de desilusión, vergüenza o menosprecio, sino de un alto valor (Prv.16:31). Es una etapa fructífera, productiva, llena de labores, donde el vigor en manos de él, incentiva (Sal.90:14).
Y DIOS LOS USA:
Véase algunos ejemplos. SARA, tuvo a Isaac, el Hijo de la Promesa en su vejez. (Gn.21:2) y exalta su carácter materno en plena vejez (Gn.21:7). ELIZABETH concibe en su vejez al gran hombre de Dios, Juan el Bautista. (Lc.1:36). A MOISÉS, a los ochenta años Dios lo llama para libertar y conducir a su pueblo (Hch.7:30, 35).
CONCLUSIÓN:
En la perspectiva bíblica, la tercera edad es una etapa, la cuál en las manos de Dios, puede servirle, glorificarle, hacer mucho trabajo y ser de bendición al pueblo de Dios. Hermano, hermana, si usted está en esta etapa de la vida, en lugar de pensar que llegó el ocaso, mejor piense que es el inicio de su mejor manera de servir a Dios. La vejez no es motivo de vergüenza, sino de servir a Dios con alegría y dignidad.