Hace 20 años este 11 de septiembre. Un bombero encontró un fragmento de la Biblia incrustado en un trozo de acero fundido, entre los escombros del atentado terrorista del 11 de septiembre en el World Trade Center de Nueva York.
Estos días todos los medios de comunicación conmemoran la terrible tragedia que sacudió Nueva York y el mundo entero en 2001. Pero pocos reseñan este hallazgo insólito, que ocurrió en el corazón mismo de las derruidas Torres Gemelas y en medio de la muerte de miles de personas.
Fue el 30 de marzo de 2002, mientras se retiraban los escombros del World Trade Center, cuando un bombero encontró el fragmento de la Biblia, de forma insólita: estaba prácticamente intacto, pero totalmente incrustado en un pedazo de acero fundido y llamó a un fotógrafo que estaba cerca para entregárselo.
Cuando el fotógrafo, Joel Meyerowitz vió el objeto, se sorprendió al ver el texto del Sermón del Monte en Mateo: “Ustedes han oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente’. Pero yo les digo: No resistan al malvado. Antes bien, si alguien te golpea en la mejilla derecha, ofrécele también la otra”.
El fotógrafo ha dicho que no entiende cómo el fuego no quemó con la Biblia, y cómo ésta pudo quedar pegada con el acero fundido y derretido por el calor.
Luego de un tiempo, el fotógrafo entregó esta pieza al Museo Conmemorativo Nacional del 11 de septiembre en Nueva York.
"Esta Biblia destrozada, quemada y cubierta de escombros me llegó de las manos de un bombero que sabía que yo era el guardián de la zona cero”, dijo Meyerowitz.
“Mi asombro al ver la página abierta de la Biblia me hizo darme cuenta de que el mensaje de la Biblia sobrevive a través del tiempo y en cada época interpretamos sus enseñanzas en forma reciente, según lo requiera la ocasión”, expresó.
Fuente: Evangélico Digital