¿DESALENTADO?
La Biblia nos aconseja en forma práctica cuando atravesamos tiempos de indefinición, desaliento o cuando estamos viendo todo de manera oscura. Estos sentimientos son una realidad y podemos experimentarlos aun aquellos que tratamos de ser fieles a nuestro Dios. Muchas veces cometemos el error de negarlos y el resultado no es para nada bueno.
David reconoce estos sentimientos y al compartir su experiencia con el Señor, al darle lugar y seguir Su guía práctica, expresa con toda certeza "conforta mi alma".
1 Samuel, capítulo 30, nos relata que David encontró un panorama muy doloroso y deprimente: los amalecitas habían hecho estragos en Siclag. El texto nos describe una situación que, además de dolorosa y triste, se estaba volviendo contra él mismo. Consciente de la situación busca consejo en el Señor y en base a ese consejo actúa. Les dejo a ustedes ir al texto y ver todo lo que pasó. Pero permítanme señalar algunos consejos prácticos para cuando nos sentimos así.
En primer lugar, David se fortaleció en Dios y recordó lo que el Señor había sido para él en momentos similares de su vida. Debemos, en los momentos de desaliento, tener presente lo que Dios ha hecho por nosotros.
En segundo lugar, David consultó al Señor sobre lo que debía hacer. Antes de cualquier acción o reacción, orar es el camino para dialogar con el Señor y encontrar paz y sabiduría sobre cómo seguir adelante.
En tercer lugar, David entró en acción de acuerdo al consejo de Dios. El consejo de nuestro Señor debe ser puesto en práctica si queremos disfrutar de los resultados.
Por último, David da gloria a quien se lo merece, reconoce que Dios lo ha guiado y le ha dado la victoria sobre la situación que lo agobiaba. Siempre es bueno reconocer el bien que nos hace el Señor.
No neguemos cuando las situaciones nos desalientan; busquemos la ayuda que necesitamos para superarlas en Aquel que nos ama de tal manera que entregó a su Hijo por nosotros.
Que el Señor nos bendiga.