Llegamos a un capítulo medular en la historia de la Biblia y de Génesis.
¿Por qué es tan importante para la fe cristiana bíblica este relato?
¿Sobre qué base se sostiene la necesidad de proclamar a Jesús como el Salvador del mundo?
¿En qué se parecen las experiencias de Adán y de Jesús frente a la tentación?
¿En qué se diferencian? ¿Cuál es la diferencia entre conocer el mal y experimentarlo?
¿Quién fue el primero en proclamar que la sociedad debe liberarse de Dios para desarrollarse verdaderamente?
¿Puede ser el hombre un ser independiente y autónomo de cualquier influencia?
¿De dónde procede el mal en la experiencia humana?
Un pasaje que señala el gran cambio de la naturaleza humana y sus consecuencias.
EL PECADO DEL HOMBRE (1)
Introducción
El primer capítulo del Génesis presenta a Dios creando el universo y preparando al planeta tierra como territorio propicio para su especial criatura: el hombre.
El segundo ahonda en la creación de la primera pareja humana, su interrelación y sus responsabilidades.
El tercer capítulo es un relato fundamental de toda la revelación bíblica que no debe subestimarse pues relata la caída del hombre por causa de su desobediencia. Allí se nos revela la existencia del mal y la precisa ocasión cuando el pecado irrumpe de la naturaleza humana; también se nos da cuenta del personaje y los motivos que incitaron al hombre y a la mujer a desobedecer a Dios y a caer de su condición inicial. Finalmente, se nos revela algo nuevo acerca de la persona de Dios y del inicio del plan de redención que Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo prepararon en la eternidad; pero que veremos en las próximas lecciones.
Es fundamental que asumamos este relato como histórico, porque de ello depende la importancia y veracidad de toda la revelación bíblica que descubre progresivamente el plan de Dios. Un plan que tiene como propósito desarrollar fe en la vida y experiencia de hombres y mujeres escogidos a lo largo de la historia.
Esa fe que Dios implanta en los corazones y que confía en su soberana mano actuando en la historia a través de los siglos. La misma fe que comprende el porqué de la necesidad de Jesús, el Hijo eterno que un día se encarnó y por medio de su sacrificio en la cruz restituyó aquello que el pecado destruyó primeramente en la persona humana: la vida espiritual. Esa fe es la que nos permite entender qué significa ser redimidos del pecado y salvos de la ira de
Dios.
Pero, si la caída en pecado es una metáfora y el relato del Génesis es simbólico, entonces no hay razón para creer en la necesidad de un salvador personal.
El origen del mal
En el estudio anterior dijimos que la Biblia no se detiene en los detalles físicos de la creación, sino que ahonda en los motivos espirituales que subyacen en la obra de Dios. Este pasaje nos permite reconocer el principio de la ruina humana que yace en el interior de nuestro ser, en la dimensión inmaterial que motorizó la acción, cuando el hombre experimentó qué es el pecado. De inmediato en Edén es posible que no llegara a comprender las tremendas consecuencias de su desobediencia, pero a lo largo de las generaciones, todos hemos experimentado el mismo sentimiento de vergüenza, temor y culpa que invadió por primera vez a los padres de la raza.
Dijimos que la Biblia no explica a Dios, tampoco explica cuándo comenzó el mal. Sabemos que no procede de Dios por Él es santo, pero lo encontramos ya en el principio de la narración y por ello asumimos que la rebelión de Satanás y sus ángeles se produjo antes de la creación del hombre.
Sin embargo, aunque el mal preexistió al hombre, al desobedecer la prueba impuesta en Edén y desconfiar de su creador, el mal como raíz del pecado se instaló en la naturaleza humana.
¿Cuándo se insinúa la preexistencia del mal en el relato de la creación? En Gn.2:15 al dar la comisión a Adán, Dios ordenó que labrara y guardara el huerto y seguidamente limitó la libertad humana poniendo una condición (Gn.2:16-17); con esta prohibición Dios previno a su criatura de desobedecer.
La filosofía detrás de la desobediencia
El punto medular de la desobediencia en Edén tuvo que ver con la idea de autonomía de Dios. Mucha literatura humana (sea científica, filosófica, psicológica o social) propone que ser independientes de Dios o de la idea de su existencia marca un grado de superación y crecimiento de la personalidad y el desarrollo de la sociedad pues la mente crítica e independiente de Dios es una mente superada. Nos sorprenderá leer que este argumento fue precisamente la sugerencia del tentador.
Deberemos continuar la lectura bíblica para descubrir cómo el hombre caído, no sólo deterioró su pensamiento y sentimientos, sino que arruinó las relaciones interpersonales y promovió una sociedad que en poco tiempo culminó en un caos total.
Autonomía y libertad
¿Fue el hombre creado un ser autónomo de Dios? No. Por poseer imagen y semejanza de Dios fue creado sin pecado, pero en una estrecha comunión personal con Él a fin de ser guiado a diario según su santa y divina voluntad. Eso no significaba que el hombre fuera igual a Dios, era su subordinado y a su vez su representante en medio de la creación.
¿Fue creado como un ser libre de decidir? Sí, libre para obedecer o desobedecer la orden impuesta por su creador y el ejercicio de esa libertad incluía responsabilidad personal ya que la desobediencia le traería consecuencias negativas (la muerte espiritual o pérdida de comunión personal).
Jesús enseñó que el hombre desde la caída ya no fue verdaderamente libre de obedecer o no, porque desde entonces está sujeto por naturaleza al dominio de Satanás (ver Jn 8:41-47 y 2ª Co. 4:4).
Satanás y la duda Génesis 3: 1-5
El término hebreo traducido serpiente es najash, que además significa encantamiento o alguien que brilla. Eva vio algo especial en esa serpiente que la atrajo. La Biblia dice que Satanás es un ángel de luz (2ª Co. 11:3,14) y que sus capacidades sobrenaturales superan al hombre; no debería extrañarnos que pudiera posesionarse de un animal y comunicarse con Eva en su propio idioma (¡quizá ese milagro sorprendió a la mujer!).
A Satanás se le pueden endilgar defectos, pero nunca improvisación ya que tiene un método riguroso para seducir. Engaña, pero lo hace encubiertamente con verdades a medias que siembran duda en la mente humana. Cuando logra que su víctima comience a dudar la coloca en el tobogán de la tentación. Veamos su táctica en las tres propuestas hechas a Eva, la duda que sembró en su mente y la media verdad detrás de cada propuesta:
1.
• “¿Con que Dios os ha dicho: no comáis de todo árbol del huerto?”
• Si Dios es bueno, ¿por qué les impuso límites y prohibiciones?
• Claramente tenían un límite impuesto, pero no debido a la falta de bondad de Dios, sino a su total conocimiento acerca del mal; además el hombre como virrey de la creación tenía la responsabilidad de sujetarse a la voluntad de Dios, su rey. Satanás alimentó la incredulidad acerca del carácter de Dios.
2.
• “Si comen del fruto no es cierto que morirán”
• Dios no es tan severo, sólo los amenaza para intimidarlos y dominarlos a su antojo.
• Ese día no murieron físicamente, pero murieron espiritualmente. (En la Biblia muerte significa separación y nunca aniquilación o pérdida de la existencia. Así la muerte física es la separación entre cuerpo y alma y la muerte espiritual, entre Dios y el hombre. Ver Ef. 2:1 y Ec 12:7). Dios es santo y veraz en todas sus sentencias. Satanás alimentó la incredulidad acerca de las consecuencias del pecado.
3.
• “Sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Elhoim, conociendo el bien y el mal”.
• Dios es egoísta una especie de déspota que no admite rivales y por eso limita el avance de sus criaturas. Dios los está manteniendo fuera del conocimiento y la experiencia de toda una esfera porque no quiere que sean iguales a Él.
• Ciertamente existía un reino de maldad externo al hombre, pero conocer su existencia no es lo mismo que experimentarlo ni actuar según sus principios. Nadie puede ser igual a Dios y ese fue el deseo de Satanás al rebelarse. El Dios santo no peca ni tienta a nadie, sin embargo, conoce el mal y sus consecuencias (como un médico conoce el cáncer, su evolución y pronóstico). Desde su desobediencia el hombre conoció el mal por experiencia propia como un enfermo padece el cáncer y experimenta en su propio ser sus efectos. Satanás promovió la incredulidad acerca de la soberanía de Dios
Conclusión
La Biblia marca en este capítulo un antes y un después en la historia espiritual del hombre debido a su decisión de desobedecer a Dios.
El hombre desde el principio fue un ser responsable ante su superior con una naturaleza no pecadora como la de Jesús hombre y, al igual que Jesús en su experiencia de tentación, tenía capacidad moral para comprender que su decisión podía agradar o desagradar a Dios.
La tentación en el primer hombre vino exteriormente de Satanás, al igual que la tentación sobre Jesús; por eso la Biblia los compara como cabezas de dos linajes de hombres y mujeres: el carnal que desciende del viejo Adán quien trajo el pecado al mundo señalando que, a partir de entonces, el mal es una tendencia interior, propia de cada corazón humano y el espiritual que desciende del nuevo Adán que es Jesucristo, quien trajo salvación al mundo dando desde entonces oportunidad de nueva vida espiritual a quienes lo reciban (Ro. 5:12-20)
ACTIVIDAD PRINCIPAL
1- Lee Génesis 2: 15-25 y responde. ¿Hay algún intermediario en la relación entre Dios y Adán? ¿Cómo crees que fuera posible que ambos dialogaran? ¿Muestra Adán alguna sensación incómoda frente la presencia de Dios en el huerto? ¿Qué sensación experimentaban según el verso 25?
2- Lee Génesis 3: 8-10; Juan 8:41-47 y responde: ¿Enseña la Biblia que el hombre puede ser autónomo de Dios y de Satanás a la vez? ¿Crees que el hombre fue más sabio o más necio en términos bíblicos a partir de su desobediencia? ¿Por qué? Lee Romanos 1:18-32
3- ¿Qué habría pasado si Adán y Eva hubieran hablado acerca de la sugerencia de la serpiente antes de tomar la decisión de desobedecer a Dios? ¿Por qué crees que Satanás tentó a Eva estando ella sola? ¿Qué rol le competía a Adán en este drama?
4- La Biblia considera la muerte como un estado de separación. Explica qué clase de muerte sufrieron Adán y Eva el día que pecaron. ¿Qué sucedió primero en ellos, la muerte física o la muerte espiritual? ¿Por qué dice la Biblia que las personas pueden vivir muertas? Lee Efesios 2:3-5, Mt. 8:22
ACTIVIDAD SECUNDARIA
Encuesta:
Prepara una hoja con 3 preguntas que puedan ser contestadas rápidamente por aquellos que estén dispuestos dentro de un establecimiento educativo secundario o terciario; en un club social y deportivo; en una plaza; en la puerta de una iglesia o de una sinagoga, entre los propios familiares, en un grupo de redes sociales, etc.
Preguntas:
¿Qué cree que sucede luego de la muerte?
1. Nada, se acaba la existencia
2. El alma se libera y pasa a formar parte de la energía del universo
3. El alma se muda a otra dimensión (con los ángeles)
4. Se determina el destino de la persona que finalmente será el cielo o el infierno
5. Ninguna de las anteriores
6. No sabe, no contesta
¿A qué se refiere la Biblia como el fruto prohibido?
1. A una manzana
2. A un fruto comestible que concedía capacidades divinas
3. A nada en especial, porque el relato es mítico
4. No menciona qué fruto era, pero se concentra en la única prohibición que Dios impuso
5. Ninguna de las anteriores
6. No sabe, no contesta
Suponga que el hombre hubiese sido creado por un Ser supremo y no fuese producto de la evolución. ¿Estaría de acuerdo o no con las siguientes premisas bíblicas?
1. Dios es soberano y superior a todo lo creado SI NO
2. El hombre es un delegado de Dios para administrar y disfrutar del mundo SI NO
3. El hombre tiene cualidades y condiciones superiores al resto de los otros seres vivos SI NO
4. El hombre fue creado con capacidad para comunicarse especialmente con Dios SI NO
5. El hombre fue creado con libertad para decidir obedecer o desobedecer a Dios SI NO
6. Cuando el hombre decidió desobedecer, perdió ciertos privilegios dados por Dios SI NO
Como resumen del trabajo de campo, considere con su grupo qué inclinaciones son mayoritarias entre los encuestados. Respecto de las premisas bíblicas del tercer ítem evalúen si las personas que no son creyentes estarían dispuestas a aceptar las verdades bíblicas o preferirían rechazarlas, ahonden en el porqué de dichas preferencias.