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Colección de Estudios Bíblicos - Preparados por Alejandra Montamat.

El principio de nuestra historia. Génesis. Entrega 5.

En esta oportunidad trataremos acerca de la institución humana más antigua de la historia: el matrimonio. ¿Qué autoridad lo instituyó según la Biblia? ¿Qué valor le daba el Señor Jesús? ¿Por qué esta unidad básica de la sociedad ha sufrido tantos embates a lo largo de la historia? ¿Cómo se lo concibe en nuestros días? ¿De qué manera el matrimonio impacta en la estructura familiar y en la sociedad? ¿Cómo influyen en la estructura y función de la familia las nuevas leyes civiles? ¿Por qué el divorcio figura en la Biblia desde los tiempos de Moisés? Una lección para compartir en familia y para repasar con la Biblia abierta.

EL MATRIMONIO
Introducción

No había entrado aún en escena el tentador ni el mal había hecho cuna en el corazón del hombre cuando Dios decidió que su criatura más perfecta y heredera de su propia imagen no debería estar sola, sino que le hizo una pareja idónea y totalmente complementaria. Así podría el hombre, en compañía de su mujer, adorar a su creador y servir al propósito de esparcirse por toda la tierra y sojuzgarla.

La institución matrimonial 2:21-25
Habiendo dado al hombre libertad para disfrutar y administrar su creación, Dios determinó que la primera pareja en la tierra fuera constituida como un matrimonio, quedando así establecida la unidad familiar primaria. No existía hasta ese momento otro ser viviente capaz de poseer las mismas afinidades de Adán y ningún otro ser viviente en la tierra podía completarlo en forma integral. Fuera de la comunión que Adán mantenía con Dios, nadie más podía compartir el trabajo ni entender qué pasaba por el corazón de este primer ser humano. Fue cuando Dios decidió que la soledad no era buena para el hombre. Fue para Adán tan clara la afinidad con su mujer, que al ponerle un nombre eligió el suyo propio en forma femenina "varona"; el posterior nombre que tomó la mujer, Eva, será adquirido luego del juicio de Edén y veremos qué significado traerá.

Matrimonio y divorcio
En el Nuevo Testamento, Jesús les recordó a los fariseos que, al principio, Dios estableció el matrimonio monógamo y heterosexual como la unidad santa de la creación humana para desarrollar la familia (Mt 19:4-5). La ocasión fue para advertirles cómo ellos aplicaban con liviandad el divorcio permitido por la ley mosaica. Como sucede en nuestros días, cuando la institución familiar sufre los embates de una conciencia humana débil y poco responsable, los fariseos no comprendían que era el pecado en el corazón humano la causa del deterioro de sus relaciones familiares; en realidad encubrían su egoísmo personal, lujuria, intemperancia, codicia y otras pasiones desordenadas con un recurso legal llamado “carta de divorcio”. Al religioso de la época, este documento lo libraba del peso de su conciencia ante Dios. La sociedad moderna acude al mismo recurso, solicitando a las leyes civiles vía libre para deshacer todo compromiso que se vuelve insostenible para muchas parejas. Lamentablemente las instituciones religiosas con sus posturas reaccionarias no han sabido generar conciencia moral ni orientar a las personas sensibles a recibir la gracia divina para perdón de pecados y restauración de sus conciencias. No olvidemos que ninguno de nosotros está libre de las consecuencias del pecado que entró una vez en la raza humana, por ello es necesario pertenecer a un nuevo linaje, el del postrer Adán. Sólo nuestro Señor Jesucristo puede librarnos de la peor de las consecuencias: la muerte eterna. Mientras vivamos en un mundo de pecado, el divorcio seguirá siendo un recurso legal para reordenar relaciones deterioradas, tal como lo fue en la ley mosaica. Detrás de estos desequilibrios familiares siempre subyace un corazón debilitado por la acción del pecado.

El devenir de la familia
La Biblia da cuenta en muchos pasajes acerca de la santidad del matrimonio y así confirma el valor que Dios dio a la pareja matrimonial como base de la familia. Pero también relata muchos ejemplos en los cuales hombre y mujer violentaron este principio con tremendas consecuencias para las familias y la sociedad. Haremos bien en considerar estas historias reales porque son un ejemplo de acciones impulsadas por un corazón humano siempre influido por el pecado y rebelde a la voluntad de Dios (Gn 38; Jue 8:30-32; Jue16; 1ª S 1:1-6; 2ª S 11, 1ª Re 11:1-13)

Matrimonio y sociedad
Para quienes no tienen una relación personal con Dios, la santidad en el matrimonio aparece como un concepto fundamentalista. En cambio, las relaciones extramatrimoniales se proclaman necesarias para que cada persona alcance su plena satisfacción. Así muchos hijos son engendrados con escasa o sin responsabilidad ante Dios, ante la sociedad civil y ante los propios progenitores (cuyos vástagos son considerados muchas veces obstáculos a su libertad). La familia ha devenido en formas disfuncionales: padres que conviven bajo el mismo techo, pero no cumplen sus roles debidamente; progenitores que deciden separase y que conservan la responsabilidad parental sólo obligados por la ley civil. Muchos padres han perdido el rol de educadores primeros y principales sobre sus hijos, sea por circunstancias entendibles o por descuido o ignorancia de su responsabilidad. Hoy abundan las familias monoparentales voluntarias constituidas por mujeres que deciden tener hijos sin una relación matrimonial estable y madura o por varones a cargo de hijos no deseados por sus madres biológicas. Así los niños, al tomar conciencia de su entorno, sólo hallan una figura adulta en un hogar precario. Un capítulo triste pero muy frecuente incluye a madres de hijos nacidos de distintas parejas que someten a los menores al arbitrio de nuevas o sucesivas figuras masculinas inadecuadas. Finalmente se agrega en los tiempos modernos familias de parejas homosexuales que, habiendo obtenido derecho a celebrar el matrimonio, pueden adoptar hijos o gestar en sus vientres niños fecundados con ayuda biotecnológica. De todas estas decisiones alejadas de la voluntad original de Dios para la familia y de corazones tan contaminados por el pecado, pueden explicarse muchos casos de abuso emocional o físico, de maltrato infantil, de embarazos no deseados, de abortos clandestinos para evitar procesos penales, de violaciones intrafamiliares, de filicidios y de otras tantas acciones aberrantes. Estas son apenas pinceladas que nos acercan a la realidad vigente.

El deseo de Dios para tu familia
¿Cómo debe actuar un hijo de Dios en medio de tal confusión? ¿Acaso las leyes civiles que regulan las relaciones familiares pueden servirnos de guía? No es el caso en nuestra sociedad. Aunque seamos creyentes comprados por la sangre de Cristo, Dios nos ha dejado en una sociedad compleja y corrompida, pues todavía no nos hemos librado de la presencia del pecado. Los creyentes debemos entender que para soportar tal presión del mal en nuestro derredor y para conservar pura la mente que nos ha dado el Señor, debemos someternos diariamente al dominio del Espíritu Santo. Solo así podremos ser testigos de Dios ante el mundo y actuar con humildad sabiendo que nosotros mismos podemos caer en la tentación y afectar nuestra vida familiar. Satanás sabe que, si puede amedrentar a la familia nuclear, podrá debilitar a la sociedad completa.

La Biblia y el matrimonio
Repasamos los versículos más sobresalientes de la Biblia que dan consejo y guía a los esposos, novios o recién casados que quieren vivir bajo la voluntad de Dios en sus familias: Pr. 5:18-19; 12:4; 18:22; 19:14; 20:6-7;30:18-19; 31:10. Dt. 24:5 Mt.19:4-6; 1 Co 7:1-16 Ef. 5:22-23 Col. 3:18-19 He. 13:4-7 Mr. 10:6-9 y 1ª Pe 3:1-7 Estos pasajes nos ayudan a entender qué posición y responsabilidad le compete a cada uno de los integrantes de la pareja matrimonial. Qué valor debe darse al cuidado de la relación y qué estándar elevado ha puesto Dios para que cumplamos un rol que testifique nuestra sujeción a su voluntad. Una vez más, si entendemos que la voluntad del Señor es agradable y perfecta, tendremos oportunidad de disfrutar la bendición que Él preparó en Edén y que tantas veces hemos arruinado al desobedecerle como nuestros precursores en el matrimonio.

Conclusión
Esta lección nos ayuda a comprender que la institución matrimonial fue establecida y santificada por Dios y que, al igual que el trabajo, se estableció antes de que el hombre cayera en pecado. Toda relación interpersonal se ha deteriorado a causa del pecado y el matrimonio y la familia no son la excepción. El devenir de la institución familiar refleja el estado de debilidad y contaminación del corazón humano y demuestra cómo toda la sociedad es esclava de semejante condición. Todos los creyentes deben tomar la decisión de ser guiados por el Espíritu Santo en sus vidas personales para ser sabios en sus responsabilidades familiares

ACTIVIDAD PRINCIPAL
Luego de meditar y trabajar los objetivos de la lección, sugerimos que respondan individualmente o por parejas al siguiente cuestionario:
¿Cuál es la base bíblica por la que los cristianos afirmamos el matrimonio monogámico y heterosexual?
¿Por qué entendemos que la unión sexual debe consumarse dentro del matrimonio? ¿Crees que es adecuado escindir los aspectos físicos de los mentales, emocionales y espirituales en una pareja?
¿En qué aspectos cada futuro cónyuge debe “dejar” a sus mayores (o la casa paterna) al casarse? ¿Es un consejo o un mandato bíblico?
Confecciona tarjetas en las que colocarás uno de los puntos mencionados a continuación y detrás de las mismas escribirás las citas bíblicas que ayudarán a mirar cada aspecto bajo la lupa bíblica.
• o Intimidad matrimonial: el respeto mutuo, el derecho de uno sobre el otro, el trato mutuo, la relación de ambos con Dios.
• o Liderazgo matrimonial: el rol y posición del esposo, el rol y posición de la esposa, la toma de decisión en la familia, el respeto mutuo de sus integrantes
• o Matrimonio y sociedad: la intimidad familiar, la exclusión de terceros en la relación, el límite de intromisión de las familias paternas, la fidelidad
• o El crecimiento mutuo dentro del matrimonio: la mujer idónea, el hombre íntegro, el efecto de la madurez espiritual de cada cónyuge en la pareja
• o Las limitaciones de la vida matrimonial: los peligros de una mala elección, las dificultades ante nuevas condiciones (discapacidad, por ejemplo), el consejo apostólico para muchos solteros o viudos.
Si has reflexionado en cada énfasis te darás cuenta de que el cristiano cuenta con la gran ayuda del Espíritu Santo en la vida personal para tratar de alcanzar el estándar de Dios para la pareja. Si ya vives en matrimonio es necesario poner en manos del Señor tu vida, si estás por decidir tu matrimonio mucho más; si no eres casado o ha fracasado tu matrimonio Dios sigue teniendo un propósito que debes conocer y desarrollar.

ACTIVIDAD SECUNDARIA

Vida matrimonial
Preparen una reunión e inviten al matrimonio pastoral y/o alguna otra pareja que sea líder y de buen testimonio en tu comunidad. Den la posibilidad de escuchar el testimonio de su vida matrimonial y soliciten el consejo de estos creyentes maduros acerca de cómo proceder en las decisiones de vida familiar

Divorcio vincular
Organicen una reunión especial apoyados por los maestros, pastores y consejeros de la iglesia en la cual puedan escuchar las posiciones de los miembros respecto del divorcio vincular. Aprovechen a tratar los trasfondos espirituales que subyacen en situaciones donde se debe tomar esta decisión. Trabajen los aspectos prácticos de la santidad matrimonial

Matrimonio y leyes civiles
No podemos ignorar que en nuestro país tiene vigencia la ley de matrimonio igualitario por la cual las parejas del mismo sexo pueden solicitar su unión y hacer valer derechos semejantes al del matrimonio heterosexual, de entre ellas adoptar y criar hijos. Esta situación se enmarca en la concepción actual sobre identidad de género e inclinación sexual que se consideran derechos individuales adquiridos (aunque subestimen las derivaciones biológicas, psicológicas y sociales que acarrean). ¿Cómo debe proceder una comunidad cristiana ante la llegada de personas que proclamen y defiendan estas convicciones? ¿Cómo debe proceder una comunidad cristiana si un miembro expresa su aprobación y defiende estos derechos como una alternativa de vida cristiana? Busquen consejo de creyentes que por profesión y experiencia cristiana puedan guiarles a tener una firme posición basada en la Biblia y capacitarles en el abordaje de esta problemática. Jehová Dios creó al hombre, le entregó un cuerpo semejante al animal y un espíritu semejante a Sí mismo; así la pareja humana fue dotada de facultades que le permitirán relacionarse como personas con Dios y con sus pares además de ejercer dominio sobre la creación inferior.