El COVID ha provocado ansiedad e incluso una sensación de miedo y frustración para muchas personas.
Después de haber enfrentado una serie de incertidumbres únicas en nuestra vida sabemos que pudimos encontrar la paz
cuando pusimos nuestra confianza, total y completa en Aquel que está totalmente en control de todo lo que sucede.
Dios no quita las dificultades que la humanidad crea a menudo, pero sigue siendo el Todopoderoso, el que siempre está presente.
Sólo Él es digno de nuestra confianza total, sin reservas.
El mensaje central es que Jesús es la esperanza del mundo y la manera de que la esperanza prevalezca
en medio de una pandemia y en el año que se inicia, es confiar en la fuente de esa esperanza.