Pablo lleva preso en Cesarea dos años.
Félix el gobernador que debía decidir su caso dilató toda sentencia por intereses particulares ligados al poder y porque quería obtener dinero a cambio de su libertad.
¿Qué habrá pensado Pablo al respecto?
¿Por qué Dios no permitió una liberación rápida y pacífica de su persona?
El nuevo reemplazo del gobernador parecía prometer una administración más eficiente, sin embargo el proceso de Pablo terminó abruptamente y sin ninguna resolución.
Se seguirán sumando actores políticos a la escena, pero ninguno de ellos tendrá autoridad para definir el derrotero del apóstol.
Sin embargo, Pablo tendrá por primera vez una audiencia muy particular ante la cual presentará el evangelio.
Una lección que nos demuestra los caminos de Dios y nos recuerda que Él cumple siempre todos sus propósitos.
ANTE FESTO
En la entrega anterior, Pablo debió presentar su defensa ante el gobernador Félix, un experimentado político delegado de Roma, que conocía bien a los judíos a quienes gobernaba y sabia acerca del nuevo camino (como se llamaba entonces al movimiento cristiano). También supimos que era un hombre corrupto que intentó obtener ganancias de Pablo y cuya administración le trajo problemas a su sucesor, Festo.
Este nuevo gobernador se encontró con un veredicto pendiente acerca de Pablo, pero lo que parecía ser un trámite terminó siendo para este inexperto gobernante una verdadera pesadilla.
Ya habían pasado cerca de dos años desde la revuelta en el templo de Jerusalén y Pablo estaba resguardado del peligro de morir a manos judías gracias a la intervención del poder político. En esta lección veremos cómo Dios dispone los acontecimientos para dirigir a Pablo directamente al corazón del imperio cuando por fin apeló al César para ser juzgado finalmente.
Un recambio necesario
Aparentemente por los registros históricos sabemos que las relaciones entre Félix y los líderes judíos se deterioró significativamente de manera que el emperador lo llamó y reemplazó en su cargo oficial por Festo. Flavio Josefo lo describe como un hombre honorable que acabó con las actividades ilícitas llevadas a cabo por los grupos sicarios que habían pululado durante el gobierno anterior; y aunque fue un líder bien intencionado respecto del caso de Pablo, no pudo cerrarlo como fue su intención.
Un cargo y un problema 24:27-25:5
Al llegar el nuevo gobernador, habían transcurrido 2 años desde el levantamiento contra Pablo en Jerusalén. Pero este tiempo no había reducido la animosidad de los líderes judíos contra el apóstol ya que recibiendo allí a Porcio Festo le solicitaron que lo trajese de regreso a la ciudad para ser sometido a un nuevo juicio, pero con la intención de darle muerte.
A diferencia de su antecesor, Festo no conocía el encono del judaísmo con la fe cristiana; tampoco era consciente de que Pablo era el más prominente judío cristiano de la época, de manera que su primera visita a Jerusalén lo puso en una situación tensa de la que no podía desembarazarse. Como el prisionero era ciudadano romano, dispuso que la audiencia se fijara en Cesarea donde él mismo llevaría adelante el juicio.
Juicio, veredicto y apelación 25:6-12
En Cesarea los ánimos y la compostura entre los líderes judíos y Festo se vieron completamente arruinados por la presencia de Pablo. Dice el pasaje que rodearon al acusado y presentaron muchas y graves acusaciones que no pudieron probar y el gobernador, que reconoció esa animosidad, quiso aprovechar el momento para ganarse la simpatía de las autoridades religiosas sugiriendo a Pablo si acaso aceptaba trasladarse a Jerusalén para hacer allí su descargo puesto que los cargos estaban en relación con las leyes religiosas.
Festo no tenía idea de que el odio judío se centraba en la persona de Jesús, el Mesías que Pablo anunciaba y de quién se declaraba apóstol. Pero tenía en claro que ninguno de los cargos de que se le acusaba tenía que ver con Roma y sus leyes; es probable que pasado el tiempo ya no quedaran registros
de la carta enviada por Claudio Lisias a Félix años antes cuando le envió escoltado a Pablo para evitar que le ultimaran en Jerusalén.
Pablo reconoció que había llegado al límite en su relación con los judíos ortodoxos. En su endurecimiento no tenían la menor intención de escuchar lo que Pablo tenía que decir en favor de la fe cristiana ni querían saber nada acerca de Jesús. Este pesar acompañará a Pablo hasta sus últimos días porque entendió que la rebelión de su pueblo contra Jesús era un claro signo de juicio divino (ver Ro 9:1-3).
Por otro lado, no estaba dispuesto a ser una prenda de negociación entre el reciente gobernador y el aparato político religioso, por lo que fue terminante en su apelación: si había alguna falta por lo cual juzgar y castigar a Pablo, esa falta debía ser reconocida según la ley romana. La apelación al César era un derecho muy antiguo que el ciudadano ejercía desde el inicio de la república 500 años antes de Cristo. Éste podía objetar el veredicto de algún magistrado solicitando que la investigación se llevara adelante en Roma y el juicio pasase directamente a merced del emperador.
Considerando que era su primer acto oficial en Cesarea, Festo debió acudir al grupo de consejeros pues lo sorprendió el requerimiento del prisionero. No podía negarse la apelación pues era un derecho, pero no se le podía enviar al César sin un informe pormenorizado de los cargos por los cuales se le acusaba y ¡no existía ninguno!
Una visita oficial 25:13-27
Marco Julio Agripa (o Herodes Agripa II) era un experto en cuestiones religiosas judías y rey de la antigua Tetrarquía de Filipo y Lisanias, provincia al noreste del dominio de Festo. Cumplía con la visita de rigor al presentarse junto con su esposa Berenice al nuevo representante de Roma. Festo aprovechó la ocasión para presentar el caso de Pablo y solicitar a su invitado que le ayudase a pensar acerca del informe que debería escribir al emperador.
Al día siguiente se dispuso una nueva audiencia, esta vez serán el gobernador, el rey y su esposa quienes escucharán a Pablo. Pero Pablo no presentará una defensa (ya que no había acusación en pie) sino que presentará ante la real audiencia el evangelio del Señor Jesucristo tal como Dios lo había dispuesto cuando lo llamó en Damasco y se lo confirmó a Ananías (Hch 9:15-16).
Conclusión Hechos 24:27
• Pablo inició su ministerio predicando primeramente en las sinagogas de Damasco y Jerusalén. Luego en Antioquía de Siria, Dios le encomendó la tarea misionera hacia las audiencias gentiles. En un período de 20 años sus tres viajes misioneros le llevaron por toda el Asia Menor y Europa dejando plantadas decenas de congregaciones; también preparó a hombres como Timoteo, Lucas o Tito quienes serán los encargados de dirigir las obras o de plasmar la historia bíblica de gran parte del período en que se escribió el Nuevo Testamento.
• Pocas veces Pablo se encontró predicando el evangelio ante una audiencia constituida por personas de alta formación intelectual, en Atenas tuvo una única ocasión en el Areópago, pero en casi todo su ministerio se dedicó a predicar y enseñar en casas familiares y en una escuela de oficios.
• Recién ahora, tras ser tomado prisionero por las autoridades de Roma para ser resguardado de la inquina de los judíos ortodoxos de Jerusalén; Pablo tendrá la oportunidad de presentar el evangelio ante una nueva audiencia: la de los hombres públicos, los militares y las fuerzas vivas de una gran ciudad.
• Al comenzar el próximo capítulo veremos cómo el auditorio de Festo se llenará con la presencia no sólo del gobernador, el rey y su consorte sino también los comandantes de la guardia romana y un número no despreciable de hombres prominentes de Cesarea. Los judíos religiosos ya no serán invitados y no interrumpirán lo que Dios tiene preparado en la boca de uno de sus más grandes predicadores.
PARA DEBATIR
¿Por qué motivos se fue dilatando la sentencia de Pablo en Cesarea? ¿Crees que Festo recibió una crónica correcta del caso de su antecesor?
¿Por qué motivo seguía la animosidad del Sanedrín contra Pablo, luego de dos años en prisión?
¿Qué trampa querían tenderle los judíos a Pablo y cómo quisieron utilizar al nuevo gobernador?
¿Qué descubrió Festo en la audiencia que preparó en Cesarea al escuchar los cargos contra el prisionero? ¿Crees que fue sabia su decisión?
¿Cuál fue la consecuencia para Pablo al apelar al César? ¿De dónde venía esa costumbre?
¿Qué estaba preparando Dios a través de todos estos acontecimientos?
APLICACIÓN PERSONAL
Como sucedió con el apóstol Pablo, muchos actores humanos parecen guiados por el mal ya que su corrupción e incompetencia provocaron que permaneciera preso injustamente, aunque la Biblia nos relata cómo Dios penetró así con el evangelio en lugares de prominencia política y social.
Busca ejemplos actuales en los que Dios aprovecha a sembrar su Palabra aún utilizando a hombres corruptos o en sociedades altamente impías.