El Señor Jesús en los últimos momentos de su ministerio en la tierra citó a los discípulos en un monte en Galilea, y allí les dijo a ellos: ¡vayan y hagan discípulos a todas las naciones! El plan del Señor es: “discípulos haciendo discípulos”.
Un discípulo es alguien que no solo recibe la enseñanza de su maestro, sino que establece una relación en donde la influencia y la vida del maestro va transformando su vida. Esto es lo que el Señor hizo con los doce y que, por una incontable continuidad en el cumplimiento del mandato, nos llegó a nosotros. Realidad maravillosa, si las hay, que hoy nosotros podamos ser discípulos no solo por la obra de Cristo en la cruz, sino también porque los discípulos fueron cumpliendo con el mandato, no siempre bien, pero cumplieron y millones lo fueron haciendo y hoy, ¡vos y yo pudimos llegar a ser discípulos de Cristo!
Cuando el Señor les dio el mandato a sus discípulos, podemos deducir, basados en su propio ejemplo, que los mandó a relacionarse con las personas que necesitaban escuchar el mensaje de vida, y que, de manera intencional y amigable, fueran estableciendo lazos de amistad que les permitiera llevarlos a la oportunidad de tomar una decisión que les diera una nueva vida.
Ese ejemplo y mandato sigue vigente hoy, aun en medio de una cuarentena que nos dificulta el encuentro presencial, pero que nos ha mostrado muchos caminos que no conocíamos para relacionarnos intencionalmente con personas para hacerlos discípulos de Cristo.
En la entrega de la ofrenda de amor en alimentos hay hermanos que se están acercando a más de cien personas, de las cuales podemos decir que setenta no han tomado una decisión por Cristo.
En el Centro Recoleta también cerca de diez personas están transitando el camino que, de acuerdo a decisiones personales que tomen cada uno, pueden llegar a ser discípulos.
En la Obra Misionera de Pinto hoy un buen porcentaje de quienes están participando de los encuentros virtuales que también necesitan tomar una decisión por Cristo.
En esta semana me llamó una hermana para avisarme que había una joven con la cual había estado compartiendo el estudio de la Biblia y que ya estaba lista para bautizarse.
Los maestros de la Escuela Dominical de niños también están tratando de guiar a los chicos en ese camino.
Hay un hermano que semanalmente me pide material para mandarle a los que él define como “su rebaño”, a varias decenas de amigos y conocidos aprovechando la pandemia.
Estoy seguro de que muchos más están tratando de hacer discípulos y que la cadena no se corta en ellos. Pero, también, seguramente hay muchos que no están haciendo nada para que la cadena de hacer discípulos continúe.
Es un tiempo de oportunidades, es un tiempo de compromiso con el Señor, es un tiempo de identificar en nuestras relaciones a personas que pueden llegar a ser discípulos de Cristo.
Pronto vamos a estar sugiriéndote algunas herramientas para poder hacerlo. Por lo pronto te invitamos a que ores por esas personas, que te sumes al encuentro de oración de los miércoles donde vamos a estar orando por esto para que el Señor nos guie.
Que Dios nos Bendiga
Pastor Carlos Bollatti